El Árbol De La Vida

Plumas oscuras y giros en lo alto;
acechan la rivera,
donde un extraño árbol, lloraba como vela al
entregar su vida 
a los tiempos de invierno.
Con un tronco piel podrida
madurado al sol.Las aves en sus ramas
desgarraban sus ramas largos brazos
sus hojas viejas manos
que se agitan despidíendose de todo.

Stay Away by
Ankhes Nur

El árbol de la vida,
exhibiendo su osamentase agitaba, despojado y en silencio...

Al pie del rió
donde a diario
sus ramas nacían
tersas y coloridas,
celebrando entre plumas y nidos
cada nuevo comienzo.


Y que también a diario moría,
habitado por la noche que tanto temía,
que le arrancaba el color a sus poesías
y blancuzco lo dejaba,
cuando más que nunca comprendía
que la vida es un intento.

Belial.

En Memoria De Los Árboles Cortados

Foto por: Poete Bavard

¿No recuerdas a caso,
las miradas tristes
que los árboles te hacían,
al encontrarse amedrentados
por las ventanas
de los muros y los carros?

Ya no cuentan en las ramas los pájaros,
ni en la ciudad los rumores...

Hoy  los arboles no te miran,
no es por que sean ciegos...

Estos yacen en la tóxica alfombra mirando el cielo con un solo ojo.

No ven sino ofrendas que su inerte pupila
se rehusa ya a aceptar.

Se confunden al recibir la lluvia,
pues su alma ya acepto soltar la tierra
y dejar pasar sin sus dulces caricias,
el putrefacto aire de la avenida...

Belial.

Belleza

¡Cómo naces belleza,
aún de los ojos mancillados desde infancia!
Brotas para agitar el paraíso marino de mi sangre,
y aventarme a las olas siendo gota.

Te traigo un sorbo de mi vida...
¡Salud por el alma que permite ser espejo!
¡Salud porque miras con amor el sin sentido!
dejo quieta mi lengua
que escucha atenta,
como mi voz se parte en mil raíces
pregonando tu existencia.

Belial.

La Misma Puerta

En la oprimida forma de la luz,
una puerta repetida volvió,
 y se abrió.

Desgajó su madera y giró su astillado picaporte,
para soltar el olor más dulce del cementerio.

Y atraer a un pensamiento pálido,
con hambre
y sin abrigo.
Que creía caber únicamente
en el azúcar y la miel.

Y que solo buscaba
sonreír más de la cuenta,
al compás de las cadenas
que sostenían sus pies.

Belial.

Esclavo

Las cadenas brotaron
de la pústula de mi olvido,

para ajustar una vez más
su férreo talle

a mis ganas de volar rozando la mar.

Belial.

Contaminación

Buscamos ultrajar
lo que creemos amar o poseer,
al retorcer su cuello con delirantes y torpes manos...
Hasta hacerlo caber
en los rincones más lúgubres de nuestra casa,
donde una luz tenue y cancerosa,
los recibe y los invita a morir mil veces más
al pie del mismo camino sin salida.

Detenido únicamente
por la espalda bruscamente arañada
que se dan a si mismos.

Belial.