Oda a La Bicicleta

Entró descuidado en aquel cuarto

buscando torpemente una herramienta oxidada...

ignorando por completo la voz secreta,

que le murmuró una bicicleta:

Mira como el tiempo deshilachado me cubre.

Opacando y confundiendo mis colores...

                 /si es que alguna vez, colores me diste.

Mis pasos de fantasma

dibujado en los andenes,

salido de las márgenes.

con la brisa de Cali

hinchándole los bolsillos.

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Estaré viendo el mismo panorama,

siendo solo visitada por el polvo,

y la presencia de los que libertad reclaman.

Belial.