Oda a La Bicicleta

Entró descuidado en aquel cuarto

buscando torpemente una herramienta oxidada...

ignorando por completo la voz secreta,

que le murmuró una bicicleta:

Mira como el tiempo deshilachado me cubre.

Opacando y confundiendo mis colores...

                 /si es que alguna vez, colores me diste.

Mis pasos de fantasma

dibujado en los andenes,

salido de las márgenes.

con la brisa de Cali

hinchándole los bolsillos.

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Estaré viendo el mismo panorama,

siendo solo visitada por el polvo,

y la presencia de los que libertad reclaman.

Belial.

En Cada Papel

 
En cada uno de nosotros,
una historia y un motivo,
fruto y flor de la mente,
un frescor
para el oído
                  /y para el paisaje,
que los ojos
desprenden.

Do you really know?

Buscamos el hielo
que sin ser visto
flotaba
tras tus párpados,
                  /para partilo,
y a fuerza de voz,
humedecer el seco panorama
que reinaba en tu interior.
.

Tomamos forma de escrito,
para arraigarnos en Cali y su vientre,
para irnos con el viento de la tarde
y con el ese solitario sol,
absorto ante el azul,
y que funde
en cada vidrio,
            /las voces del papel.

Belial

Pregunta Al Diablo

Kittelsen (1857-1914)

El hombre al convertirse en un malvado
encuentra el modo de que lo útil y bueno
se trueque en daño propio y ajeno
- Chuang Tse

Habla el Padremonte:

¿Cómo osas irrumpir mi casa con tu escultura carmesí,
y esos miles de demonios siguiendo la sombra de tu velo?
¿Cómo te atreves a calcinar con el centro de tus codiciosas manos,
lo que por tanto tiempo contempló mi silencio?
¿Acaso lo haces para adornar tu infierno de sombría quietud?
o ¿Para rebanar a tu antojo la boscosa audiencia?...
¿Cuántas hojas verdes vale la seca vida que llevas?

Trolls
Theodor Kittelsen (1857-1914)

Mis copas harán un brindis de color con el cielo,para derramar instantes partidos,
que cegaran el filo de tus dedos.

Las sombras,
bailarán a tu alrededor como un ciclón,
absorbiendo el destello de tus ojos,
y el viento de tu boca.

Llamaré a los sensatos,
para que desde mi manto observen
tus desquiciadas sienes.
Te mostraré el verdadero terror confabulado,

Trolls
Theodor Kittelsen (1857-1914)

apilaré las rocas semejando tu figura,
y las vestiré de hojas rojas otoñales,
para obstaculizar con su fría presencia,
el camino por el que elijas huir.

¡Serás tú mismo errando en la selva
poniendo el pie a cada uno de tus pasos,
pues fuiste tú mismo el que arrancó
su natural vestimenta,
a cambio de un abrigo de fracasos!

Belial.

Ilustraciones
Theodor Kittelsen (1857-1914)

La Súplica Del Camino

¿Que eliges?

Protesto porque nunca se aventuran
completamente en mí,
porque millones de corazones
elijen blandirme como espada
para abandonarme después,
dudando de mi filo.

...Recuerdo la primer vez que sentí,
el humilde tarareo de un campesino
recorriendo con sus pies mi cuerpo,
y observando el aire
que ofrecía mi paraje...

Ahora mira mis vestidos,
andrajosos y faltos de aroma,
perdí la sabia forma encomendada.
A veces pienso que aquel campesino
solo quería sembrar bullicio y rejas,
¡Mírame ahora, delirante pisador!
mantén al margen tu suela
y con ella, tu monótono tararear,
¡abandóname de por vida!
deja que en mi
crezca un poco de hierba,
permíteme soplar algunas hojas,
y sentir el tacto de las arrieras,
déjame volar
como a un hijo,
para que mi rígido ser
halle de nuevo
el verdor que la sombra marchitó.

Belial.

La Ultima Canción Del Universo

Que suertudo es aquel cráneo,
que mohoso descansa...
pues se encuentra embellecido
por la grata compañía

Tundra Glass by Theodor Kittelsen (1857 - 1914)

de un mar negro,
y el tímido susurro
de un reloj metálico inmenso.

Los capitanes del silencio se yergueran
hinchando su cuerpo para asumir un canto,
la luna halara sus labios
y los ensortijará,
enalteciendo la lentitud visual
que se apodera del ambiente.

Esperando estará el cráneo
           /sonriendo a más no poder,
observando apacible el momento
en que alguno de los presentes,
deje de nacer.

Belial.