Abrir un libro,
para lamer su tapa,
rumiar entre sus secciones
buscando un hilo que descosa
su secreto.
Y sin necesidad de vestirse con sus hojas,
o de cortarse la yema de los dedos;
lograr que sus palabras
se abran paso entre
los arapos que lo cubren,
y dejar salir cauteloso
su atesorado perfume.
Belial.
para lamer su tapa,
rumiar entre sus secciones
buscando un hilo que descosa
su secreto.
Y sin necesidad de vestirse con sus hojas,
o de cortarse la yema de los dedos;
lograr que sus palabras
se abran paso entre
los arapos que lo cubren,
y dejar salir cauteloso
su atesorado perfume.
Belial.
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