a Porfirio Barba - Jacob
Cuando nací,
deslizaba liviano el viento.
Lo sentía aun columpiándose entre los carros.
Me bañaba a diario
en el eco de sus tristes cantos.
en el eco de sus tristes cantos.
Empecé a hacerme
con los mejores colores,
con los mejores colores,
para hacerme llamativo ante él.
Cubetas de blanquísimo icopor
tomaron el lugar de mi cabeza.
Un bombillo navideño,
hacia de mis ojeras
plácidos
y morados atardeceres.
Una bolsa plástica se deslizaba
hasta mis pies dibujando firmamento.
Y que arduo fue encontrar este raro pigmento
que imantó mis ojos.
llenando mis espacios
con el negro aliento
de mi padre el viento.
tomaron el lugar de mi cabeza.
Un bombillo navideño,
hacia de mis ojeras
plácidos
y morados atardeceres.
Una bolsa plástica se deslizaba
hasta mis pies dibujando firmamento.
Y que arduo fue encontrar este raro pigmento
que imantó mis ojos.
llenando mis espacios
con el negro aliento
de mi padre el viento.
Belial.
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