Ya casi es mi hora
y aquella cúspide
nunca existió,
aquella foto triunfal
entrando al paraíso con un carné plastificado,
hediondo de morronguería,
nunca lo hubo.
Y tanto que ensaye aquellas palabras...
Belial.
y aquella cúspide
nunca existió,
aquella foto triunfal
entrando al paraíso con un carné plastificado,
hediondo de morronguería,
nunca lo hubo.
Y tanto que ensaye aquellas palabras...
Belial.
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