¡Ven y canta, austera compañera,
tu silenciosa melodía!
Que yo, pagaré por un dueto,
y tejeré las hebras
que toca un alma
cuando clama horas a la vida.
Y entonces,
apareces tu,
inexpresivo cactus
tan mística como siempre,
riendo con el alma,
yo he visto tu espalda
yo he visto...
/tu espalda.
tu silenciosa melodía!
Que yo, pagaré por un dueto,
y tejeré las hebras
que toca un alma
cuando clama horas a la vida.
Y entonces,
apareces tu,
inexpresivo cactus
tan mística como siempre,
riendo con el alma,
yo he visto tu espalda
yo he visto...
/tu espalda.
Belial.
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