Siempre habrá espacio en tu casa para un bosque,
has que de día las torcazas se tiendan por las venas,
hasta que la cigarra estalle su violín tardío,
y reine la fresca voz de una piedra de rio,
enamorada del susurro de la luna.
Ambas piedras te sostienen y representan,
sus miradas infinitas viajan rápidas por los siglos,
con la tranquilidad de la permanencia,
como aquel instante partido
en que naciste aferrado a la verde inocencia.
has que de día las torcazas se tiendan por las venas,
hasta que la cigarra estalle su violín tardío,
y reine la fresca voz de una piedra de rio,
enamorada del susurro de la luna.
Ambas piedras te sostienen y representan,
sus miradas infinitas viajan rápidas por los siglos,
con la tranquilidad de la permanencia,
como aquel instante partido
en que naciste aferrado a la verde inocencia.
Belial.