Bajo los puentes que conectan cada cosa
encontré circulos escarlatas
en la oscuridad la profunda sombra
un vortice de venas
rodeado de basura.
Mis ojos alargados como cuerda.
y yo girando vertiginoso
como un reloj sobre las densas huellas
de un mar rojo.
Mis musculos desprendídos
hacia todas las direcciones,
marcaban horas engranadas en hambre
adueñadas de la hora.
Un tobellino de fantasmas
abusaba del espacio.
Belial.
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