En la tarde de ayer,
inmóvil pero vivo ,
fantasma del apocalípsis,
con vidrio en las manos y lengua de chivo,
Retuerce su presente en escenarios podridos,
donde repercute el barro con sus dientes.
La sombra
sostuvo
con enormes sonrisas
a una estructura rota por el hambre.
Torcidas por su blanda encía,
se juntan las monedas como ostias.
Vuestro nuevo cuerpo.
Belial.
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