Hace falta nada,
para quel polvo
de los sitios donde se habitó,
se aviente a nosotros
en un abrazo invisible
de nostalgia.
Las pieles, el blandir tu tercio cuerpo.
Hace falta pasarla.
Aqui,
a esta hora...
cuando tu mente colgaba
a hombros
de este cielo.
Donde te veia
fuera de ti,
moviendote por el espacio,
arrastrando sin esfuerzo
por siempre tu cuerpo.
Belial
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