Kittelsen (1857-1914) |
encuentra el modo de que lo útil y bueno
se trueque en daño propio y ajeno
- Chuang Tse
¿Cómo osas irrumpir mi casa con tu escultura carmesí,
y esos miles de demonios siguiendo la sombra de tu velo?
¿Cómo te atreves a calcinar con el centro de tus codiciosas manos,
lo que por tanto tiempo contempló mi silencio?
¿Acaso lo haces para adornar tu infierno de sombría quietud?
o ¿Para rebanar a tu antojo la boscosa audiencia?...
¿Cuántas hojas verdes vale la seca vida que llevas?
Mis copas harán un brindis de color con el cielo,para derramar instantes partidos,
que cegaran el filo de tus dedos.
Las sombras,
bailarán a tu alrededor como un ciclón,
absorbiendo el destello de tus ojos,
y el viento de tu boca.
Llamaré a los sensatos,
para que desde mi manto observen
tus desquiciadas sienes.
Te mostraré el verdadero terror confabulado,
apilaré las rocas semejando tu figura,
y las vestiré de hojas rojas otoñales,
para obstaculizar con su fría presencia,
el camino por el que elijas huir.
y esos miles de demonios siguiendo la sombra de tu velo?
¿Cómo te atreves a calcinar con el centro de tus codiciosas manos,
lo que por tanto tiempo contempló mi silencio?
¿Acaso lo haces para adornar tu infierno de sombría quietud?
o ¿Para rebanar a tu antojo la boscosa audiencia?...
¿Cuántas hojas verdes vale la seca vida que llevas?
Trolls Theodor Kittelsen (1857-1914) |
que cegaran el filo de tus dedos.
Las sombras,
bailarán a tu alrededor como un ciclón,
absorbiendo el destello de tus ojos,
y el viento de tu boca.
Llamaré a los sensatos,
para que desde mi manto observen
tus desquiciadas sienes.
Te mostraré el verdadero terror confabulado,
Trolls Theodor Kittelsen (1857-1914) |
y las vestiré de hojas rojas otoñales,
para obstaculizar con su fría presencia,
el camino por el que elijas huir.
¡Serás tú mismo errando en la selva
poniendo el pie a cada uno de tus pasos,
pues fuiste tú mismo el que arrancó
su natural vestimenta,
a cambio de un abrigo de fracasos!
poniendo el pie a cada uno de tus pasos,
pues fuiste tú mismo el que arrancó
su natural vestimenta,
a cambio de un abrigo de fracasos!
Belial.
Ilustraciones
Theodor Kittelsen (1857-1914)
No hay comentarios:
Publicar un comentario