Telarañas Impacientes

¡¡¡ARRGGG!!!

Exclamó la impaciente telaraña:
-"Tendré que esperar a que la marea
empuje hacia mis playas,
el dulce momento
donde con suerte,
embonaran mis garras,
con su piel en movimiento;

¿Cuando llegará ese momento?
En que se desgarre mi cuerpo clandestino,
tan solo por el odio  y el fervor,
de otra experiencia deliciosa
con el destino."

La araña escuchó con atención las quejas
de su compañera,
para contestarle de la siguiente manera:
-"Todo brota de los segundos espontáneamente,
tendré que aferrarme con fuerza a ti,
a los cimientos que hasta aquí me trajeron
               / eso si,
sin perder la cordura,
sin hacer mucho caso a la brisa burlona,
que con suave  soplo,
buscará encorvar
lo que mis pasos dibujaron.

En cambio,
querida compañera,
¡Si alcanzas el trono del silencio,
cantarán de gozo los espacios desconocidos
que creé en tu ser!
Esos espacios jamás abiertos,
confinados al olvido de tus acuarios,
¡Aquellas flores del pantano,
que se inclinan de tanto polen!
¡Aquellos vuelos
que nunca trazó el ave,
por miedo a desfallecer al primer aleteo!
¡Aquel conocimiento inadvertido,
               /que huía fugitivo,
y que traías impregnado
entre la mente y la mano!"

Belial.