de mi mismo
debo tener a mano la palabra.
Para no sucumbir
ante el desanimo,
debo planear en silencio
una derrota.
Para martillar un cincel en mi corazón,
debo ser honesto conmigo.
Para no contenerme,
solo me hace falta sucumbir.
Para sorprenderme,
solo necesito recordar
que siempre
estoy vivo.
Para aventarme con exito,
debo escojer el viento.
Para poder admirar el cielo,
antes debo ver mis manos.
Para volar,
solo hace falta silenciarme.
Belial
solo me hace falta sucumbir.
Para sorprenderme,
solo necesito recordar
que siempre
estoy vivo.
Para aventarme con exito,
debo escojer el viento.
Para poder admirar el cielo,
antes debo ver mis manos.
Para volar,
solo hace falta silenciarme.
Belial