Entregue una carta maldita al viento,
pidiendo con ingenuidad amor y piedad....
En ella habían letras vivas,
llenas de tristeza.
En ella
Habían cuerdas de guitarra vibrando
como la piel de los olvidados.
El viento enardecido la volvió mierda en instantes.
No sin antes llevar la carta
Hasta el lugar de un poeta que se odiaba.
El sobre sabia palpitar
como un animal
y llevaba un corazón blanco
y deforme en la portada.
El poeta no dudó
en restregar sus sangrientas
y auto provocadas heridas,
pintando al pálido corazón
como corresponde.
Abrió el sobre,
que convulsionaba
como una sobredosis
y vio lo que este traía en su interior.
El contenido solía ser un paisaje
ahora destruido.
Era la fotografía de un sentimiento mutilado.
Una carta estropeada que suplicaba piedad
Su sangre se secaba en el papel
mientras el poeta huía por los recovecos
ensombreciendo la noche.
Sentía que aquel trozo de papel moría.
Y sus dos tumbas lo habían escupido
como si su vida fuese una mentira.
Por ello lo entrego doloroso a las
alcantarillas.
Nada como la putrefacción
para criar vidas efímeras y rechazadas
Flota en pedazos
como un barco de piel en el torrente de porquería.
Nunca más serás víctima del viento.
Vete a morir lejos maldita sea.
Que no te vean los ojos nunca mas.
Que nadie descifre que querías decir.
It's too late.
Aférrate al papel
y desciende por tu cauce.
Belial